jueves, 11 de abril de 2013

EL KARKUBI, la droga que hace estragos en Marruecos.

El karkubi, la droga que hace estragos en Marruecos

La droga de los pobres en Marruecos es el karkubi, un psicotrópico que circula por los barrios más desfavorecidos, pero que también hace estragos entre los estudiantes de colegios distinguidos.

La droga de los pobres en Marruecos es el karkubi, un psicotrópico que circula por los barrios más desfavorecidos, pero que también hace estragos entre los estudiantes de colegios distinguidos.
Medicamentos como el Rivotril o el Gardenal, que utilizados bajo prescripción medica no presentan riesgos, son consumidos en este país en grandes dosis y mezclados con hachís, alcohol o pegamento, lo que puede llegar a provocar alucinaciones y conductas psicópatas.

El nombre coloquial para estos psicotrópicos es karkubi, pero "Cartucho", "Recarga", "Ampolla roja" o "Guadalupe" (en alusión a la serie mexicana que en los 90 causó furor en la sociedad marroquí) son otros apelativos que se usan para especificar las diferentes cápsulas que circulan en el mercado negro.
La bomba de relojería estalla cuando el karkubi se añade al "maajun", una popular masa de harina mezclada con hachís en polvo: un viaje directo a un "paraíso" con peligrosos efectos secundarios.

"Los consumidores de psicotrópicos pueden sumergirse en efectos secundarios que conducen a la amnesia, la automutilación e ideas suicidas e incluso asesinas", apunta el doctor Abdelá en un informe del Centro Especializado en Adicción de Casablanca.
El informe añade que "el uso de psicotrópicos está estrechamente relacionado con la miseria social o afectiva, que transforma al individuo en animal".
Robos, violaciones, agresiones, ruptura familiar y frecuentes penas de cárcel, así resume Mohamed Mutawakil (nombre ficticio) las consecuencias del karkubi, una droga que comenzó a tomar "por placer" a los 17 años y de la que se desenganchó hace siete.

"Si alguien te habla no te enteras de nada", dice Mutawakil, mientras que a su lado Imane, vecina del barrio popular de Hay Al Mohammadi de Casablanca, cuenta cómo su marido estuvo un año y medio en prisión tras ser condenado por robo, y cómo al salir, "colocado" de karkubi, sufrió un accidente que lo dejó varios meses en coma.
La neurocirujana Mahjuba Butarbuch subraya que el 20% de los casos de traumatismo que reciben en las urgencias del Hospital de Especialidades de Rabat presentan antecedentes de toxicomanía y concretamente de adicción al karkubi.
"Son pacientes muy difíciles de operar porque tiene un muy nivel alto de tolerancia a las drogas y resulta complicado anestesiarles", destaca la neurocirujana.
El karkubi se puede conseguir en el mercado negro por un precio que oscila entre los 30 y 80 dirhams (unos 2,5 y 7 euros) dependiendo del producto que, según los especialistas, llega caducado (lo que aumenta su efecto nocivo) y de forma clandestina desde Argelia y la ciudad española de Melilla.

Resulta difícil establecer el año exacto en el que estos psicotrópicos comenzaron a consumirse en Marruecos con fines toxicómanos, pero el psiquiatra Fuad Laabudi, que trabaja en el Centro de Prevención de Toxicómanos de la ciudad Salé, asegura que en los años 70 ya circulaban a sus anchas por el mercado negro.
La primera voz de alarma la dieron tres asociaciones en 2005 al constatar que uno de los bastiones de los traficantes eran las escuelas y los institutos, donde a día de hoy los psicotrópicos pasan de mano en mano incluso entre niños de 12 años de edad.
"Los comprimidos son pequeños, fáciles de consumir y de esconder por lo que resulta sencillo burlar a las redadas policiales", destaca Mohamed Harir, miembro de la Asociación "L'heureux Joyeuse", que junto a otras dos ONGs organizan caravanas de sensibilización en los centros de enseñanza.

Consumidos también entre los jóvenes para estar "a tono" en las gradas de los estadios durante los partidos de fútbol -donde suelen ser frecuentes los actos de vandalismo- las asociaciones advierten que los traficantes también suministran el karkubi a sus perros pitbul para aumentar su agresividad.
Barrios desfavorecidos, colegios, estadios de fútbol, mujeres y hombres, niños y niñas. El fenómeno del karkubi alcanza, según el psiquiatra Laabudi, todos los niveles sociales y económicos.
Como ocurre con todas las drogas, dice Laabudi, sus efectos difieren dependiendo del estado psíquico de la persona, pero lo que "está claro es que se ha convertido en un problema social"

jueves, 4 de abril de 2013

EL PRIMER CIGARRO DE LA MAÑANA, EL MÁS DAÑINO

El primer cigarro de la mañana, el más dañino

Un estudio determina que fumar inmediatamente después de despertarnos incrementa el riesgo de cáncer oral y de pulmón.




Para algunos fumadores es el que mejor sabe, pero también es el más peligroso. Cuanto más pronto se enciende una persona un cigarrillo tras despertarse, más probabilidades de desarrollar cáncer oral o de pulmón, de acuerdo a una investigación de la Universidad de Pennsylvania, que publica la revista «Cancer, Epidemiology, Biomarkers and Prevention».

«Descubrimos que los fumadores que consumen tabaco inmediatamente después de levantarse de la cama presentan unos niveles más altos de NNAL -un metabolito del carcinógeno específico del tabaco NNK- en su sangre que los fumadores que esperan media hora o más después de despertarse, independientemente de cuántos cigarros fumen al día», explica Steven Branstetter, profesor asistente de salud bioconductual.

De acuerdo con este investigador, otro estudio demostró que el NNK induce los tumores de pulmón en diferentes especies de roedores. Los niveles de NNAL en la sangre pueden, por tanto, predecir el riesgo de cáncer de pulmón en roedores como en los seres humanos. Además, los niveles de NNAL son estables en los fumadores a lo largo del tiempo, y una simple medida puede reflejar con precisión la exposición de un individuo.

Branstetter y su colega Joshua Muscat, profesor de salud pública, examinaron los datos de 1.945 adultos fumadores que participaron en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición que habían facilitado muestras de orina para los análisis de NNAL. Estos participantes también habían dado información sobre su comportamiento rspecto al tabaco, incluyendo a qué hora solían fumarse su primer cigarrillo del día.

Los investigadores encontraron que alrededor del 32% de los participantes fumaban a los cinco minutos de despertarse, el 31% lo hacía entre 6 y 30 minutos después, el 18% entre 31 y 60 minutos más tarde, y el 19% fumaba más de una hora después de levantarse. Además, hallaron que los niveles de NNAL en sangre de los participantes tenían correlación con su edad, la edad a la que comenzaron a fumar, su género y si había o no otro fumador en casa, entre otros factores.

Para los autores del estudio, el descubimiento más importante es que la presencia de NNAL era más alta entre las personas que fumaban nada más levantarse, con independencia de la frecuencia con la que fumasen y otros factores que predicen las concentraciones de esta sustancia.

«Creemos que la gente que fuma al despertar inhala más profundamente, lo que podría explicar los altos niveles de NNAL en su sangre, así como su mayor riesgo de desarrollar cáncer oral o de pulmón», explica Branstetter. De acuerdo a la investigación, el momento de fumar el primer cigarro del día puede ser un factor importante en la identificación de los fumadores de alto riesgo y en el desarrollo de intervenciones orientadas hacia los fumadores de buena mañana.