lunes, 4 de febrero de 2013

LA VENTA DE TABACO CAE 2,4 MILLONES DE EUROS DESDE EL VETO DE 2010 A FUMAR EN BARES

La venta de tabaco cae 2,4 millones de euros desde el veto de 2010 a fumar en bares

El gasto en cajetillas se desploma desde el endurecimiento de la ley.
Es cuestión de hacer cuentas, tirar de calculadora y comprobar que la tolerancia, el respeto y el propio cuidado de la salud se han impuesto pese a las reticencias que siguen despertando en algunos sectores de actividad las medidas legales restrictivas que en su día se adoptaron para erradicar los nocivos humos del tabaco de los espacios públicos. Aquella guerra emprendida por el anterior Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero recogió sus frutos deseados de la siembra reguladora efectuada. Sin embargo, el mejor antídoto que puede implantarse en esta batalla librada por las autoridades contra el tabaquismo sigue siendo subir y resubir los precios.

Así que entre encarecimientos y prohibiciones ya asumidas en una convivencia cotidiana de una sociedad con cada vez menos humos tóxicos, solo queda recurrir a esa calculadora para saber la repercusión de tanta estrategia económica y reguladora en torno al tabaco. La primera es que sí hay un descenso generalizado del consumo, aunque con matices que tienen que ver más con el ahorro que buscan quienes todavía no se han desprovisto del nocivo hábito y que exhibe cambios de tendencia en el consumo.

Tanta restricción con la vuelta de tuerca legal que entró en vigor el 2 de enero de 2010 puede hacer pensar que el consumo es cada vez más infrecuente. Y así es, como se deduce de los dos años de vigencia de aquel endurecimiento legal que erradicó el tabaco de los establecimientos hosteleros.

Si se tienen en cuenta todas las modalidades de comercialización (incluidas las bolsas de tabaco para liar, la picadura de pipa y los cigarros puros), la expedición en ese periodo de tiempo ha dejado de ingresar 2,4 millones de euros en la provincia segoviana.

El Comisionado del Mercado de Tabacos dependiente del Ministerio de Economía evidencia el desplome de la principal forma de consumo que poseen los fumadores, la que más ingresos genera y aporta al sector y la más habitual entre los fumadores. La venta de cajetillas ha descendido de manera notable en esa nueva etapa reguladora que empezó en 2010. En términos puramente económicos, 88 de cada 100 euros recaudados por la actividad en la provincia provienen de la comercialización del clásico formato del paquete de veinte cigarros.
Esa reducción todavía es más acusada si la comparación se remonta a 2006. La fecha no está escogida al azar ya que es el año en que entraron el vigor los primeros vetos de la ley de prevención que llevó a prohibir fumar en lugares de trabajo, hospitales y centros escolares, entre otros espacios públicos.

110.341.840 'pitillos' menos

Aquella novedosa y polémica normativa antitabaco va camino de entrar en su séptimo año de vida. En este tiempo lo segovianos han fumado 5.517.092 cajetillas menos, o lo que es lo mismo, 110.341.840 cigarrillos que han dejado de encenderse. Estos números dan fe de que la originaria regulación logró los efectos deseados y además lo hizo rápido. Pero faltaba el sector hostelero, donde las imprecisiones legales generaron lagunas que el Gobierno quiso subsanar con la reforma que irrumpió en el inicio de 2010. Bares, restaurantes, cafeterías, pubs, casinos, discotecas y otros locales de ocio fueron las dianas contra las que las autoridades apuntaron luego sus dardos para restringir aún más el consumo.
Las prohibiciones aterrizaron en la hostelería en 2010. Desde entonces, el descenso padecido en concreto en las ventas de cajetillas ronda los 3,8 millones de euros en Segovia, según se extrae de las estadísticas del Comisionado. Si el primer año de ese endurecimiento legal se saldó en el mercado provincial con una recaudación de 40,1 millones de euros a través de la comercialización de los tradicionales paquetes, el ejercicio pasado cerró con una facturación de 36,3 millones.

El 11% de descenso en un año

La lógica se impone para entender este retroceso. A menos unidades vendidas, menos dinero para las cajas. Más allá de las consecuencias de la normativa antitabaco, la objetividad de esos mismos datos oficiales aportados por el ente perteneciente al Ministerio de Economía revelan que el ejercicio pasado acabó con un volumen de ventas que alcanzó las 8.927.794 cajetillas en la provincia, el 11% menos que el curso precedente. En 2005, el año anterior a la puesta en marcha de la ley antitabaco en la provincia se vendieron 14.376.280 cajetillas.

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